PRESENTACION DE "LA MIRADA
CONSCIENTE" EN MADRID
25 ENERO 2018
En primer lugar quiero expresar mis
agradecimientos para:
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Todos los que han apoyado este proyecto desde las instituciones. Sin ellos no
hubiera sido posible hacerlo. Han sido unos valientes.
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A todos los profesionales, educadores sociales, personal de apoyo, psicólogos,
cocineros y todos aquellos que con su entusiasmo y su duda existencial fueron
también igualmente valientes de bajar al terreno y explorar nuevas formas de
hacer las cosas.
·
A todos los que nos han apoyado con su presencia y también a aquellos que nos
han criticado porque sin duda su colaboración también lo ha hecho posible.
·
Por supuesto a todos vosotros que habéis acudido esta tarde desapacible de
lluvia en la presentación en Madrid haciendo un hueco en vuestras actividades.
A todos gracias.
Me gustaría hablaros de amor,
comprensión y confianza.
·
Amor y comprensión para mi amiga y compañera que ha desarrollado este proyecto
en el que por suerte y privilegio he podido incorporarme. Me refiero por su
puesto a Pepa Horno psicóloga y asesora de infancia, cuerpo y alma del proyecto
y del libro. Si no fuera por el gran amor y dedicación que tiene hacia su
trabajo y por la autoconfianza que inspira en todo lo que hace posiblemente
este proceso hubiera sido distinto o simplemente se hubiera quedado colgado
como tantos otros.
·
También para mi buen amigo Toni Echeverría responsable del centro de primera
acogida infantil Poug des bous en Mallorca, coautor material y referente en
esta nueva forma de hacer las cosas. También sin su implicación hubiera sido
distinto.
·
Amor y comprensión para todos aquellos que nos vemos involucrados de una manera
u otra en la apertura de la llave divina que abre el proceso del desarrollo humano.
Hoy día en la sociedad que
hemos construido no es tarea fácil hablar de educación en afectividad,
confianza y libertad.
En una sociedad que prima el
individualismo, la competitividad, la intolerancia, la beligerancia y el
egocentrismo. Es difícil poder transmitir los valores de la afectividad,
compañerismo y reconocimiento del diferente.
Una sociedad donde la tecnología
invade todos los espacios, incluso los familiares más íntimos, donde muchas
veces perdemos la ocasión de comunicarnos de contarnos las cosas cotidianas.
Donde damos preferencia a lo de fuera antes que a nuestras propias necesidades
primarias.
Una sociedad donde el placer
asociado al hecho de vivir que por derecho humano, por haber nacido nos
pertenece, el amor, la caricia, el afecto a menudo se confunden, se reprimen e
incluso denigran, ante una invasión de sexo desvirtuado y empobrecido. Reducido
casi exclusivamente a una mera obtención de placer orgánico, individualista y
pervertido. En ocasiones obtenido a costa de los más desprotegidos y
vulnerables.
Es un deber casi existencial en
este nuevo siglo, retomar de nuevo los valores universales y originarios de la
vida y ayudar en su desarrollo desde un marco de seguridad y confianza donde
los procesos individuales puedan surgir libremente desde nuestro nacimiento y
desde antes incluso en nuestra gestación como seres humanos.
Para ello tanto las familias,
como los educadores y qué decir de la implicación de las instituciones es
necesario cambiar la mirada y el enfoque hacia el niño. Solo con niños desarrollados
en entornos seguros, alegres y libres donde el juego prime sobre cualquier otra
opción de aprendizaje, donde el afecto sustituya al juicio, donde aprender a
expresar nuestras ideas sin miedo a no ser escuchados y callados por la fuerza,
donde el autocuidado y por ende el cuidado del otro se imponga a la necesidad
de la violencia. Solo así podremos construir un futuro digno. Esto es el cambio
de paradigma, esta es “la mirada consciente”.
INTRODUCCION DE LA BIODANZA EN EL
PROCESO FORMACION
En Enero del 2014 se inicia el
proceso de formación en los centros públicos de acogida de menores de IMAS
(consell de Mallorca). Más tarde se incorporan los centros de la Fundación
Natzaret y la Asociación Amés que también gestionan centros de acogida
residenciales.
Hablamos del proceso de formación
que se estaba desarrollando con los educadores y el resto del personal que
atiende los citados centros. Se sugiere introducir el sistema de Biodanza
como parte de movimiento para bajar a experimentar en el cuerpo lo que a nivel
teórico están preparando.
Comenzamos las sesiones de Biodanza
en Febrero 2014
El trabajo se podría concretar en:
·
Potenciar la integración a nivel individual como persona, alinear las tres
inteligencias somato sensorial, emocional y racional, (Sentir, Pensar y Hacer).
También la integración y la cohesión del grupo de educadores en sí mismo,
trabajando mucho la empatía.
·
Potenciar la afectividad. Con el resto de compañeros y por ende con los niños
·
Trabajar el cuidado en sus dos vertientes, para con uno mismo, autocuidado y
para los demás contención afectiva
·
Por ultimo desarrollar la asertividad, la autoconfianza, la autoestima y los
límites constructivos y afectivos.
·
Todo esto contando siempre con la voluntariedad de los participantes en el
proceso.
Por qué elegimos Biodanza:
Posiblemente existen hoy en día
muchas técnicas corporales para avanzar en todo lo anteriormente descrito. Sin
embargo y en mi opinión biodanza es al día de hoy de las más completas, es un
sistema que se apoya en un modelo teórico desarrollado científicamente. Otra
forma de observar sus beneficios físicos y psíquicos lo demuestra el grado de
expansión que está logrando en relativamente poco tiempo.
Tal y como la define su
descubridor, Dr. Rolando Toro Araneda : Biodanza es un sistema de integración
humana, de renovación orgánica, reeducación afectiva y de reaprendizaje de las
funciones originarias de la vida.
La metodología es inducir vivencias
integradoras con música y danza entendida como expresión de movimiento con
sentido, en situaciones de encuentro grupal muy lúdicas.
Mediante estas vivencias
conseguimos que se generen situaciones de encuentro emocional afectivo que nos
lleva a situaciones de regresión a nuestra primera infancia.
Recupera la parte instintiva
desarrolla la intuición y por lo tanto nos ayuda a protegernos cuando es
necesario y a vivir de una manera más existencial en conexión con la vida.
Hace que nuestro sistema
neurológico se reequilibre. Cuando vamos avanzando en la sesión en la
activación nuestras hormonas adrenérgicas se disparan alcanzando un clímax que
posteriormente comienza a bajar hasta llegar según la vivencia a un efecto de
regresión y calma donde las endorfinas comienzan efectuar su función
placentera. Esto se puede denominar homeostasis.
A medida que vamos haciendo más
sesiones, el efecto se multiplica y llega a ser residente, cambiando realmente
nuestra actitud en la vida.
Recuperar el afecto es volver a
tener la oportunidad del abrazo, el contacto y la caricia. Mejora nuestra
capacidad de relación.
Como resultado, disminuye el stress
y las situaciones de alerta continuadas. Hace que te sientas mejor, con una
sensación de mejoría física. Produciendo sosiego y paz interior. Realmente
conlleva alegría de vivir.
VALORACION DEL PROCESO
Después de las primeras sesiones,
alcancé a darme cuenta de la capacidad y la importancia del proceso que
estábamos desarrollando.
Hasta ese momento, como terapeuta y
facilitador de biodanza siempre había estado en contacto con colectivos o
personas dentro del plano orgánico y funcional por llamarlo así “normal”.
Grupos regulares de adultos, familias.
Lo primero pude constatar el dolor
y el horror estructural que habita y subyace en estos centros donde los niños
recogidos son en mayoría de familias desestructuradas y faltas en muchas
ocasiones de amor y cariño, en otras manejándose dentro de la mayor perversión
y depravación del amor.
Para los educadores y personal de
estos centros. Estar en contacto diario con este dolor estructural conlleva un
desgaste grande de la confianza, la autoestima y la asertividad. Cuando esto
sucede los propios procesos personales interfieren produciendo un mayor
desgaste emocional y orgánico.
Poco a poco en las sesiones pudimos
entrar en estos procesos. Desde aquí pude entender como las sesiones tomaban
vida propia y a veces lo que llevaba preparado pasaba a un segundo plano porque
la realidad, el aquí y ahora exigían un guion distinto.
Esto exigía un doble reto descrito
en el libro al tener que cubrir el objetivo de la sesión, conjugando la situación
personal y además multiplicada por la participación espontánea de los niños que
asistían.
Tras unas cuantas sesiones en
algunos centros, los niños también voluntariamente se fueron incorporando hasta
poder ver los educadores y los niños juntos haciendo ejercicios de integración,
afectividad, asertividad, identidad y cuidado. De tal manera que los unos y los
otros se encontraban en el mismo plano, no existían diferencias porque allí no
eran necesarias, fue una de las experiencias más enriquecedoras a las que he
podido asistir.
Por dar una pincelada, poder
ver a un niño cuidar a su educador referente, en un ejercicio lleno de ternura
y afecto. Más tarde comentaron que el día anterior este mismo niño había tenido
un proceso de rabia, en el cual había intentado agredir a este educador amen de
destrozar parte de mobiliario.
El libro está plagado de
testimonios en este sentido y desde aquí animo a todos los interesados en estos
temas a su lectura.
Puedo decir que para mí este ha
sido hasta ahora de los cometidos en mi vida el que más me ha conmovido y
también deseo añadir que me ha hecho mejor persona.
Desde aquí ha sido que he
participado en la consecución de este libro que como he manifestado a Pepa en
varias ocasiones creo que va mucho más allá del proceso de formación en los
centros de acogida y que enraíza directamente en lo más puro y digno que tiene
el ser humano que es el derecho a una educación de calidad.
Donde sin menoscabar la importancia
de las matemáticas o las ciencias que desde luego la tienen. Podamos ver
de verdad y a su altura mirando a los ojos a todos estos niños que día a día se
cruzan en nuestros caminos. Ver sus intereses, sus logros, sus juegos, valorar
en vez de enjuiciar para no truncar su potencial.
Una educación en la que pueda
interpretar sus miedos y sus inquietudes sin interferir en su proceso de
crecimiento, sin pensar como adulto que me están cuestionando, tan solo
simplemente, que quieren saber, que interrogan de esa manera que solo ellos
conocen, o que solo necesitan ser vistos. Una educación que sirva para crecer
como ser humano completo. Ojala todos podamos vernos a la altura de sus ojos y
en la profundidad de sus miradas.
Hola Antonio, desafortunadamente no pude asistir a la presentación de tu libro pero quiero agradecerte el trabajo que estáis haciendo para ayudar a generar ese "cambio existencial" que comentas en tu entrada de este blog. Estoy totalmente de acuerdo con esa necesidad y me parece que contribuir a ello es un pilar fundamental para un mundo mejor que proponer a nuestros hijos. Por desgracia no todo el mundo ve las cosas como tú las planteas, pero al menos podéis ser un ejemplo de otra manera de vivir en sociedad
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