La educación biocéntrica se basa en un nuevo paradigma. EL
PRINCIPIO BIOCENTRICO.
Dicho principio sostiene que todo el cosmos conocido, el
macrocosmos, nuestro universo, los posibles universos así como el microcosmos,
nuestras células, átomos y demás partículas subatómicas hasta las más
elementales recientemente descubiertas, eones, Bosón de Higgs. Todo está organizado en
función de la vida. Es decir los últimos descubrimientos vienen a confirmar que
todo lo que nos rodea y comprendemos está enfocado a generar, preservar y
desarrollar la vida en todo el universo que podamos concebir
Este paradigma cambia espectacularmente el enfoque ya que
nuestra existencia forma parte de este todo universal y lógicamente nuestro
desarrollo actual basado en la competitividad, la individualidad y la
desvinculación con la naturaleza choca frontalmente con la idea universal de
cuidar y proteger la vida.
Frente al desarrollo meramente intelectual y cognitivo, por
otra parte necesario para poder asumir el mundo que heredamos y nos toca
habitar, la EDUCACION BIOCENTRICA propone desarrollar de la misma manera la INTELIGENCIA
AFECTIVA y el reconocimiento y la relación entre todos los seres vivos que
habitamos este planeta.
Asumir que nuestras células no son únicas e indispensables
sino iguales en estructura a las de todos los demás hombres, animales y
cualquier otra manifestación viva, es un encuentro feliz y de reconciliación
del ser humano con su naturaleza intrínsecamente escondida.
Este encuentro se manifiesta en una mayor vitalidad y alegría
de vivir, un desarrollo de la empatía que facilita enormemente la relación y el
trabajo en grupo. Es un cambio desde el yo a nosotros.
Esto indica un nuevo proceso de aprendizaje que tiene como
prioridad LA EDUCACIÓN AFECTIVA.
La metodología es ante todo vivencial e integradora y se basa
en el SISTEMA BIODANZA desarrollado por su creador Rolando Toro (1950).