Ha
sonado ya el despertador, otro día más y hoy tengo la reunión para el balance
de la nueva campaña que no me ha salido del todo bien y... Además este maldito
dolor de espalda que no me deja vivir. Me duele un poco la cabeza, seguro
que me he resfriado, claro ayer Felipe se puso a mi lado y estaba moqueando, seguro
que me he acatarrado.
Vaya
ya esta el café, - joder- este tremendo
cansancio que tengo últimamente, parece como si todo mi cuerpo se aliara
contra mi, precisamente ahora que es cuando mas necesito estar despierto y en
forma. Me voy a tomar una aspirina con el café, haber si se pasa un poco.
¡Se
me hace tarde! Claro con tanto dar vueltas a la cabeza, me tomo el café
mientras termino de arreglarme y salgo corriendo. Voy a repasar un poco lo
que tengo para la reunión, ¡¡¡Hostias los papeles!!!, donde co... puse
los papeles, tendrían que estar aquí. Seguro que alguien me los cambió de sitio
ayer y... Este maldito dolor de cabeza que se va y vuelve.
¡Qué
mal me ha sentado el café! Parece como si ahora todo me sentara mal, noto un
reflujo, no si el estomago también me dará problemas, voy a tomar un
homeoprazol a ver si lo callo de una vez.
Bien
ya esta ahora cierro la puerta y a correr y... – zas – pas – pum.. Dios...
qué daño me hice, ¡como duele! creo que me he roto el tobillo, a ver... no,
parece que solo se ha torcido un poco. Debería ir a urgencias pero... lo
primero es lo primero, y la reunión no puede esperar, ya lo atenderé mas
tarde si es necesario. Voy a llevar algún Ibuprofeno por si le da por
inflamarse cuando no debe.
Madre
mía, como se va a poner el jefe cuando vea estos resultados y no sé como
hacerlo de otra manera, con los medios que tenemos, no se que mas quieren que
hagamos – Joder deja de pitar imbécil, que ya se que se ha puesto verde, no
estoy ciego – y lo peor es que seguro que Luis habrá conseguido mas que yo,
¡claro el pelota ese! Si señor, lo que ud diga sr. Como siempre ud. Siempre
tiene razón, ¡pelota de mierda! Lo único que quiere es quitarme el puesto y...
¡Dios que ahogo!, parece que hoy hace calor... voy a aflojarme la corbata un
poco -¡cabrón de mierda no sabes poner el intermitente o qué! – casi me roza el
coche con lo que me ha costado. ¡Dios el ahogo otra vez! No ahora no no me
pu... no puedo...
Despierta,
vamos despierta… Oigo voces… lejos, me llaman… Luces, qué son estas luces, son
luces como... qué me pasa Dios mío, estoy inmóvil, qué me han hecho, porqué me ha pasado esto.
Por
fin una lágrima pequeña logró asomar en la comisura del ojo derecho y fue
cayendo despacito, muy despacito, tomándose su tiempo, recorriendo su pómulo,
entreteniéndose en humedecer toda la mejilla y su sabor salado salpicó la
comisura de su labio. En su cara ya no había crispación, la rabia había
desaparecido dejando paso poco poco a un gesto de asombro y temor.