MATAR A UN NIÑO


Cuando veo lo ocurrido en Palestina, como en tantas partes del mundo, niños masacrados blancos, negros de todas las razas y religiones. Solo puedo ver la insaciable codicia humana, el afán machista de prevalecer los unos sobre los otros. ¿Que dios es mas justo, el que mas mata? ¿El que acaba por destruir, esclavizar y anular al otro?

No lo hacéis en nombre de ningún dios. Lo hacéis por crueldad y conscientemente anuláis al otro,     le negáis su existencia.

No, la gente normal, lo que vosotros dirigentes psicóticos llamáis despectivamente el pueblo, las clases populares, no somos así. Tarde o temprano habrá un momento en que esa gente, ese pueblo que llora impotente ante sus niños asesinados levantará la vista y dirá basta.

 


Cada niño asesinado es un puñal clavado en el cuerpo universal de la especie humana. Nos estamos desangrando a nosotros mismos y estamos tan anestesiados de poder y tan borrachos de tecnología que somos incapaces de sentirlo y poner conciencia en ello.

Hoy lo vemos avergonzados y miramos para otro lado, ahora son ellos, sus niños por los que lloran, luego pueden ser los nuestros y seremos nosotros los que lloraremos, que importa que niños sean, la cadena de la crueldad y la miseria humana sigue añadiendo eslabones uno tras otro y parece que no tiene fin y a nadie le importa nada.

Hay que despertar, abrir los ojos y mirar. Alguien tiene que parar esto.