Soledad. Confusión. Abatimiento. Enfado. Rabia. Rebeldia
¿Te resuenan estas palabras?.
No son palabras huecas. En la actualidad que vivimos representan el 90% de las emociones que hemos sentido desde que comenzamos la andadura de la pandemia.
El troncal de todas ellas es el MIEDO al futuro que nos espera, porque por primera vez la incertidumbre nos acecha. No sabemos que va a pasar y esto nos achica y arrincona.
La verdad es contundente y a la vez la manipulamos a nuestra conveniencia.
Desde los mas negacionistas a los mas sumisos todos y todas nos arrinconamos en nuestro miedo. Esto bajo mi punto de vista es lo mas perjudicial. El ser humano no puede sobrevivir solo.
Al mismo tiempo no podremos sobrevivir en la locura de la negación. La situación actual pasa por aceptar la realidad que nos va a cambiar nuestro modo de vivir.
Durante este tiempo yo mismo he pasado por estos diversos estados y ahora no busco responsabilidades fuera de mi que también seguro que las hay y unos y otros tendremos que responder por ellas. Mas bien al contrario busco la manera, la mía, de aportar algo de luz a mi alrededor. Comenzando por la familia próxima, por los amigos del alma y desde ahí en todos los entornos que me muevo.
El mantra que repito una y otra vez más por mí mismo que por ellos es:
< me niego a vivir el resto de los días de mi vida con miedo >
Cuando digo esto casi inmediatamente siento en mi cuerpo una sensación de alerta. Es entrar en el momento presente y sentir. Cuando la respuesta es miedo. Inmediatamente cambio la actividad, la conversación o lo que quiera que estuviera haciendo que me ha llevado a ello. Puede ser un recuerdo, la añoranza o la incertidumbre. Pero todo esto nos arranca de vivir el momento presente. Busco conversar con amigos, busco relacionarme con mi gente. Si puedo y es aconsejable, en persona, si no por teléfono o como quiera que sea, pero ante todo evito permanecer aislado.
Estar aislado es muy distinto de vivir y estar soledad. Uno puede tener una gran familia con quien convive y estar en mucha parte del tiempo aislado. En este entorno la tristeza y el abatimiento caen sobre nosotros. Por el contrario puedes vivir en soledad y estar rodeado de gente a quien le importas y lo principal que también te importan a ti y por eso contactas con ellos.
Como conclusión dos frases que de nuevo vienen a mi cabeza.
Elegir vivir aislado es morir en vida.
La amistad y el amor son unas flores delicadas y hay que cuidarlas todos los días.