En el año de gracia de 2021, a 17 de febrero hemos echado ancla en esta tierra maravillosa.
Así posiblemente hubiera comenzado cualquier crónica en el año del imperio en mil quinientos y pico.
Ahora en este siglo desde mi ventana observo todos los días estos dos ferry´s varados como ballenas desnudas delante de mí.
El puerto donde en otros momentos había una actividad incesante, ruidosa, incluso aparatosa de trasiego de mercancía, turistas, ir y venir de coches. Ahora desnudo es un mudo testigo de la hecatombe sufrida y la que aun nos queda por soportar.
Me miro a mi mismo y la sensación es exactamente eso. Estoy varado en puerto. No hay expectativa de que esta calma chicha acabe pronto y de nuevo pueda desplegar las velas.
Y tengo unas ganas inmensas de comenzar de nuevo mi andadura.
Necesito de nuevo el contacto con mis amigos, el abrazo nutritivo de mis seres queridos.
Hoy más que nunca echo de menos la caricia, tus manos, tu contacto, tu piel.
Diario de a bordo de un naufrago en la bocana del puerto, a 17 de febrero de 2021 segundo año de la pandemia.
Muy buena descripción. Te mando un fuerte abrazo, amigo.
ResponderEliminarMuy buena descripción. Te mando un fuerte abrazo, amigo.
ResponderEliminarSiii creo que más de uno necesitamos el contacto, el encuentro con amigos, los abrazos y la realidad hoy es que precisamente es eso lo que más está vetado ahorita. Y que hacemos? Nos quedamos añorando o promovemos nuevas formas de encuentro? Por ahora, con poco o casi nada contacto físico, necesitamos recrearnos en formas diferentes de encuentro, lo peor será aislarnos...necesitamos seguir acompañando ahora más que siempre. Los facilitadores de Vida!! Tenemos esa misión. Yo a veces me pregunto: Que haría Rolando Toro en momentos como estos? Parece que la vida nos las puso ahí.. para hacer más que nunca Vida lo que profesamos. Bueno, eso pienso y lo comparto ..
ResponderEliminarUn abrazo inmenso
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