Perfil Humano



Hablar de uno mismo no es fácil.  Por eso le he pedido a varios amigos y conocidos que me escriban algunas líneas para que a través de su visión, pueda haber una percepción ampliada de mi mismo. Con lo admirable y lo deplorable. En la medida que reciba, lo iré  colgando para que de esta forma tú que me estas leyendo en este momento tengas mas información sobre quien y para qué esta escribiendo esto.
24/11/2012
Hoy he recibido la segunda valoración que habia solicitado. 
De mi amiga Pepa Horno siempre ha llamado mi atención la claridad y concision que tiene para estructurar todo. Esto hace que su opinión siempre sea un referente para mi y en este caso con más razón si cabe. "Para mí Antonio es luz. Lo primero que recuerdo de él cuando le conocí fueron sus ojos, esa forma suya de mirar tan directa y tierna, profunda y jocosa al mismo tiempo. Sonríe pero traspasa y es capaz de llenar el espacio, el grupo, el lugar...con su luz.
Después es valentía. Lo que Antonio irradia sólo puede venir de una persona que optó por vivir. No sólo de niño, cuando sobrevivió, ni luego cuando hizo lo que se esperaba de él, sino cuando en un momento de su vida dio un giro radical que pocas personas se atreverían a dar. Y como tantas veces, ante su valentía la vida le devolvió felicidad.
Y luego para mí Antonio conserva vivo dentro de sí a su "niño curioso". Todo lo mira, todo lo busca, todo lo quiere conocer, a nada dice que no y cuando tú propones cinco, él ya está convirtiéndolos en cincuenta a base de crear puentes en su alma y en la de quienes tenemos el gozo de estar cerca suyo. Eso conlleva algo de caos, que al mismo tiempo es fluidez pero en la que hay que aprender a dejarse llevar. Pero también riqueza y pasión.
Y al final Antonio son los ojos de su hija Ariadna, y la palabra reconquistada de su compañera Rosana. Ellas son su mejor testimonio. Un testimonio de amor".

10/11/2012
De mi amiga Isabel he recibido la primera opinión que transcribo en lo principal:

Partimos de la base que Antonio y yo compartimos una conexión especial, como mínimo en muchísimos aspectos de aproximación ante la  vida, y puede que hasta compartamos "puntos de encuentro" en nuestra energía vital, en nuestras ilusiones, de esos que no se pueden explicar racionalmente ni expresar con palabras.

Lo que más me gusta es su valentía por una parte y su inquietud por la otra. Es un hombre que de natural le interesan muchas cosas y muchas personas, de muy diferente condición y naturaleza. Es muy "inquieto", siempre está intentando aprender algo nuevo. Y tiene la valentía de hacerlo, porque hay que ser valiente para asomarse a según qué abismos y también para cambiar de opinión cuando sea preciso. Yo pienso que la mayor valentía posible (salvando el superar ciertas desgracias personales) está en ser capaz de cuestionarse a sí mismo con humor y con honradez. Yo he visto a Antonio hacer esto muchas veces; y eso le convierte en una persona muy confiable para dialogar y tratar de muchísimas cosas, porque no se empeña en dar una opinión concreta a la que se aferra. Antonio fluye con la vida y su corazón y pensamiento con ella. Es un navegante que se las sabe todas pero sabe que no sabe tanto.
Lo que menos me gusta de Antonio tal vez sea que a veces, al dejarse fluir tanto puede no darse cuenta de que alguien le necesita en la otra orilla. A veces hay que sujetar el timón para dirigirse a un punto cuando hace falta. Yo le eché de menos en xxxxxxxxxxxxxxxxxx también es verdad que a veces tienes que poner atención en dónde tienes la barca y girar a contracorriente para estar a lado de una amiga. No obstante, todos nos equivocamos y esto también le hace humano como todos lo somos. En resumen, Antonio es un buen amigo. Uno de los mejores que tengo. Y estoy contenta de compartir con él y su familia tormentas y calmas en el mar de la vida, tanto en las ocasiones que nuestras barcas se encuentran cerquita como en aquellas que nos vemos menos pero sabemos que, a una llamada, estamos ahí.


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